domingo, 1 de noviembre de 2020

Palabras para rimar, cantar, leer, compartir y soñar

Las redes sociales esta llenas de artículos sobre los beneficios de los cuentos, de cómo fomentar la lectura, de “normas” para iniciar la lectura con los más pequeños, lecturas recomendables y un largo etcétera.

No digo que no sean buenos artículos, que no valgan la pena leerlos y tenerlos en cuenta, pero yo quiero ir más allá …

Con algo más sencillo, más cercano que hace una madre, una abuela, un acompañante, un joven, una persona que se acerque a un bebé con sus palabras.

Sí, sí, con sus palabras. Pues son estas las transmisoras de nuestros sentimientos las que juegan el verdadero papel.

Ya sé que estáis pensando:

  • ¿Pero, si yo no conozco ningún cuento?
  • Pero, yo no sé explicar, leer ningún libro o cuento…
  • Vaya tontería….
  • Y otras más ….

Pues bien, queridos adultos, a vuestras inquietudes os puedo decir:

  • Sí que conocéis cuentos. O es que no os acordáis de ninguna historia que os explicaron cuando erais pequeños. Son estas historias trasmitidas de generación en generación por la voz las que pueden llegar a los oídos de vuestros peques.
  • ¿Que no os atrevéis a explicar, narrar, leer… pues que os parece cantar? Sí, sí cantar una nana, una canción de cuna, un juego, un arroyo son las primeras aproximaciones a la animación a la lectura que se pueden dar incluso desde que una mujer sabe que está embarazada.
  • ¡De tonterías, nada de nada! Los bebés reconocen de seguida la voz de las personas que les rodean y con ellas reciben sonoridades, tonalidades, mimos, alegrías … entonces, ¿por qué no recibir también pequeñas historias?

Ahora vamos con algunos títulos para empezar a poner palabras en los oídos de los más pequeños.


Podría estar horas y horas nombrado magníficos títulos de libros de nanas, cuentos, relatos, libros con imágenes…. Pero os propongo algo fácil:

Id a vuestra biblioteca preferida, pasearos por la sala de libros para los más pequeños, sentir su fragancia, sentaros en sus sillas pequeñas, llevaros a vuestro pequeño con vosotros, dejadle en el suelo si ya se mueve (gatea, camina, corre…). Si no lo hace todavía sacarle de su cochecito y en vuestros brazos acercaros a un cesto, estantería donde haya libros.


Ojearlos, mirarlos y aquellos que os llamen la atención los dejáis a un lado. Luego, estos irlos abriendo poco a poco, y aquellos que os lleguen al corazón llevarlos a casa.

Y, en casa, en un momento especial para vosotros coged de nuevo uno de esos libros elegidos y leerlo, mirarlo, cantarlo y disfrutarlo.

Os aseguro que la experiencia vale la pena.

Estas recomendaciones también valen si visitáis una librería infantil.

Lili: Web | Twitter

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