jueves, 18 de abril de 2024

El refugio de las sombras

En lo más profundo del Bosque Imaginado, donde los árboles agitan sus ramas con las hojas de la renovación y las sombras cobran vida propia, se alzaba una pequeña cabaña cubierta de musgo y aparentemente destartalada donde parecía que el tiempo se había perdido. En su interior, el anciano brujo Alar cuidaba de un misterioso libro antiguo que contenía los secretos de la magia prohibida. El tacto de aquellas páginas no le recordaba a nada conocido. Cada noche, Alar se sumergía en el estudio de esas páginas amarillentas, buscando respuestas sobre el origen de la oscuridad que acechaba en el Bosque. 

IA de la red

Los lugareños temían acercarse a la cabaña, convencidos de que el anciano había sucumbido a las artes oscuras. Un día, una joven valiente llamada Eklara desafió las advertencias y se adentró en el Bosque en busca de ayuda para su pueblo, asolado por aquella maldición oscura. Alar, intrigado por su valentía, decidió ayudarla. Ella entendió que no había temor alguno.

Juntos, Eklara y Alar se adentraron en lo más profundo del Bosque, enfrentándose a peligros y criaturas misteriosas. Finalmente, llegaron a un claro donde descubrieron un antiguo altar rodeado de runas antiguas y otros símbolos a cual más extraño e interpretable.

Mientras Alar realizaba un hechizo para deshacer la maldición, Eklara notó algo extraño en las sombras que rodeaban el altar. Al acercarse, descubrió una figura familiar oculta entre ellas: su propio reflejo, pero con los ojos llenos de malicia. Antes de que pudiera reaccionar, las sombras se cerraron a su alrededor, atrapándola en su abrazo oscuro. Alar, horrorizado, comprendió la verdad: la maldición no era obra de fuerzas externas, sino de la propia Eklara, cuyos poderes oscuros habían sido despertados sin que ella lo supiera. Ella era el mismo mal, y él no sabía cómo hacerle frente sin terribles consecuencias. Sus conocimientos eran poderosos, pero el precio por utilizarnos era enorme. 

De Rusty McDonall

En un simple crepúsculo, Eklara se convirtió en la fuente de la oscuridad que amenazaba al pueblo, y Alar se vio obligado a enfrentarse a la difícil decisión de cómo salvar a su pueblo sin sacrificar a la joven que había decidido a ayudar.

Continuará...

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