El Dragón del Bosque

En lo más profundo del Bosque Imaginado, donde los árboles susurran secretos ancestrales y las criaturas mágicas se ocultan entre las sombras, existe una leyenda que ha perdurado a lo largo de los siglos: la leyenda del Dragón del Bosque.

Cuentan los antiguos que dicho Dragón es una criatura majestuosa, con escamas de un azul brillante y ojos que brillan como joyas preciosas. Se dice que duerme en una cueva oculta en lo más alto de una montaña, protegiendo celosamente un tesoro ancestral que ha sido guardado por generaciones. Aunque la mayoría de los habitantes del Bosque nunca lo han visto, su presencia se siente en todo el lugar.

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Cuando el viento sopla entre los árboles, se dice que es su aliento ardiente susurrando secretos al viento. Y cuando la luz de la luna brilla sobre las copas de los árboles, se dice que es su mirada vigilante iluminando el camino de los viajeros. Pero a pesar de su reputación temible, el Dragón es más que una simple bestia salvaje.

Según las historias, es un guardián del equilibrio natural del Bosque, velando por la armonía entre todas las criaturas que lo habitan. Se dice que solo se despierta en tiempos de gran necesidad, cuando hay un gran peligro y sus habitantes necesitan protección.

Los valientes que se aventuran en su busca cuentan historias de encuentros asombrosos y pruebas difíciles, pero también de sabiduría y compasión. Se dice que aquellos que logran ganarse su favor son bendecidos con la protección del Bosque y el privilegio de conocer sus secretos más profundos.

Así, la leyenda del Dragón perdura en el Bosque Imaginado, recordándonos la importancia de respetar y honrar la naturaleza y todas sus criaturas, grandes y pequeñas.