jueves, 5 de diciembre de 2024

Crónica Noviembre 2024

El Bosque Imaginado es un imaginario online de pequeñas propuestas literarias que difícilmente puede encajar en un laboratorio o cualquier otra actividad relacionada con la Administración. Pero su Biblioteca Imaginada, como propuesta literaria, sí.

Así que cada mes, juntaremos dos entradas o páginas del Bosque, Qamar o Ratoner y veremos qué pasa. Para el mes de noviembre juntamos esto:

Y este es el resultado:

En el corazón del Bosque Imaginado se encontraba el Think Garden, un rincón donde las ideas florecían en espirales de colores. Allí, el escritor jardinero caminaba despacio, con pasos suaves y una regadera llena de inspiración líquida. A cada paso, el jardín vibraba, como si las ideas estuvieran latiendo bajo la superficie de la tierra.

Llevaba un sombrero de paja en el que descansaban palabras sueltas, recogidas de sus paseos por el Bosque. Con dedos delicados, tomaba una palabra al azar, luz por ejemplo, y la plantaba con cuidado en el suelo. La regaba con gotas de imaginación y esperaba. De inmediato, una pequeña raíz comenzó a brotar, extendiéndose en ramas de pensamientos entrelazados que susurraban preguntas y sus respuestas en un murmullo musical.

A medida que avanzaba, observaba cómo las ideas crecían de formas impredecibles. Algunas se convertían en árboles enormes que ofrecían sombra de reflexión, mientras que otras eran flores delicadas, efímeras, que desaparecían al contacto. En el Think Garden, no todas las ideas eran permanentes; algunas venían solo a saludar y se desvanecerían, dejando un leve perfume de duda en el aire.

De repente, encontró una planta curiosa, de hojas azuladas, que nunca había visto antes. Qamar, susurraba, como un eco en la distancia. Al acercarse, sintió cómo la palabra se abría en su mente, desplegando un universo lleno de lunas errantes y yeguas invisibles. Comprendió entonces que el Think Garden no era solo un lugar de cultivo, sino un puente hacia mundos nuevos y desconocidos.

Siguió caminando, dejando una estela de semillas a su paso, mientras las palabras brotaban y se enredaban, creando un laberinto vivo de pensamientos. Sabía que no era dueño del jardín, solo su cuidador, un guardián temporal de las ideas. Al final del día, el Bosque Imaginado y su Think Garden continuaban expandiéndose, entreverando sueños y posibilidades, en espera de la próxima visita de su silencioso jardinero.

IA: GPT3.5

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